3 de febrero de 2007
Cuando estés triste, no lo pienses más,
siembra muchos árboles y riega los que ya están,
escapa del claustro,
desnúdate sin quitarte la ropa,
arranca tu corazón sin desprenderte de él
y aviéntalo sobre los árboles,
cierra los ojos y quédate mirando,
háblate y quédate mudo
y verás,
verás que muchas aves llegarán a cantar sobre los árboles
y despertarás,
despertarás como haber vuelto a nacer
para vivir la vida intensamente.
El canto de las aves es dulce música
como la dulce danza de las mieles de las flores.
Música, danza, canto y flores son colores terapéuticos,
embriágate con ellos hasta derretirte y quedarte íntegro.