“¿Acaso no sabes la historia de cómo un día la mujer burló al mismísimo “Mëjku’u”, El Señor del inframundo? ¿No?… Un día “Mëjku’u” quería llevarse a “Ja Tuk It” a un hombre por unas deudas que había contraído con él, pero éste le pidió un reto. Si adivinaba lo que le iba a preguntar, podría llevárselo de inmediato, pero si no lo dejaría libre por un buen tiempo. Entonces el hombre pidió a Mëjku´u que cerrara los ojos y de inmediato trajo a su mujer y la desnudó, la enculó hasta dejar descubierta su vagina abierta y dejando caer toda su cabellera le tapó el rostro. Después pidió a “Mëjku’u” abriera los ojos y le dijera que animal tenía enfrente. “Mëjku’u”, por más vueltas que le dio a lo que tenía enfrente jamás adivinó, hasta que la mujer se puso de pie… Así fue como la mujer salvó a su marido.” (Félix Reyes, “Cuentos alotepecanos”)
Es de reconocerse que el pueblo Ayuuk manifiesta en su discurso cotidiano una grave contradicción de la cual no han sido ajeno los demás pueblos indígenas: una doble moralidad que contradice en esencia su visión de la vida, por un lado, somete toda su consideración y respeto a esa esencia femenina del universo manifestado en la figura de la montaña, de la madre tierra, de la luna, de la diosa de la fertilidad; mientras que a su vez, desestima y vilipendia en los actos a la mujer de carne y hueso, que por razones culturales, y sobre todo religioso (gracias al catolicismo) mantienen intacta toda esa estructura patriarcal que ha puesto en desventaja el papel de la mujer en las comunidades.
Fuente inagotable en cuentos y leyendas, en crónicas y relatos, así como elemento indispensable en la conservación del tejido comunitario, la mujer siempre ha jugado un papel secundario a pesar de ser la otra cara de la dualidad con que la divinidad se manifiesta en la tierra y en el espacio, y esto ha terminado en muchos casos como la normalización del maltrato a la mujer por el simple hecho de serlo.
Es por ello, y con el fin de generar una reflexión y la concientización respecto al trato respetuoso hacia la mujer y sensibilizar a nuestros jóvenes, Nayuujk.org convoca a todos los jóvenes, hombres y mujeres a que compartan sus testimonios sobre el maltrato que han presenciado en sus comunidades hacia la mujer: hijos que han sufrido el maltrato de la madre por un padre alcohólico, hijas que han sido testigos de como los espacios abiertos son zonas exclusivas de los niños, jóvenes rechazadas a prestar un servicio comunitario simplemente porque el sistema escalafonario no las contempla, viudas que tienen que cooperar económicamente pues sigue habitando el terruño que pertenecía al marido, padres que lamentan el maltrato de la hija por el yerno pero que no puede entrometerse, jovencitas que tienen que casarse con el hombre con el cual los padres han hecho trato, mujeres y niñas violadas como trofeo en los conflictos de tierra, etc.
Esta convocatoria cierra el 05 de marzo del presente, y los artículos se publicarán el 08, día internacional de la mujer.
¡Respeto a la mujer, hasta que se haga costumbre!
Ayúdanos a compartirlo!