Por Felipe Sánchez Juárez

A lo que nosotros nos dedicamos, es matar, descuartizar, picar el hueso, ayudar a las cocineras a mover el caldo, sacar los tamales, pues así es nuestra costumbre aquí, nosotros ya estamos comprometidos con la comunidad, ayudar a los demás en lo que necesitan, y nosotros también estamos agradecidos que ellos nos inviten, también nosotros compartimos con ellos, y toda la gente que nos ayuda que nos rodea aquí en la comunidad. A nosotros nos invitan los mayordomos, con toda su familia, su mamá, su papá, sus parientes, todos ellos nos vienen a visitar a la casa, nos traen nuestro mezcalito, nuestro cigarrito y es así como nos comprometemos nosotros como matanceros.

Nos sentimos muy orgullosos que ellos también nos echen la mano, así como nosotros necesitamos. Los compañeros que tengo aquí, presente, aquí a mi compadre Nicolás, a don Salvador, Teodoro, al amigo Felipe, a Pedro, aquí andamos compartiendo, conviviendo con los mayordomos. Eso es el gusto que nosotros tenemos, así es la costumbre.

Así se hace, así esta la movida, no somos solo nosotros, sino todos los que estamos.

Yo ya llevo quince años trabajando en las mayordomías, también en las bodas, bautismo, donde nos inviten. Nosotros le hacemos de todo, eso es nuestro compromiso de andar ayudando a la comunidad.

Nosotros cuando empezamos a trabajar, conocimos a los viejitos que empezaron con este trabajo, nos invitaron a trabajar, y así fue como nos iniciamos. Nos organizarnos a venir a matar la res, para ayudar a los mayordomos. 

La mayordomía es un compromiso del pueblo, la comunidad los nombra en la asamblea, y así, cada año se nombra a la mayordomía, sea para San Juan, la Santa Cruz, perpetuo Socorro, San Antonio y mas. Ya cuando los nombran, ya nos buscan a nosotros, con tiempo, porque hay muchos compromisos donde nosotros también podemos ayudar.

Para nosotros significa mucho, lo que dejaron nuestros antepasados, nuestros abuelos, y eso es lo que seguimos. Las personas que nos buscan le echamos la mano. Eso es lo que nosotros estamos haciendo.

Aquí yo veo que los jóvenes también participan, ancianos, muchachas, sea quien sea también participan, todos participan, aquí en la comunidad nadie dice que no, si los invitan o no, siempre vienen a traer el nixtamal, así todos participan.

Desde que nosotros iniciamos a matar así con mis compañeros, no hemos tenido ningún accidente, nada nada, gracias a dios y las personas que nos invitan, y gracias a nuestro señor de la Ascensión del señor. 

Mi trabajo para mi es un honor, tengo un don de hacer esto, me da mucho gusto, mucha alegría de participar con los mayordomos que me invitan. Es fiesta de nuestro señor, y ahí tenemos que estar con nuestros compañeros. Si dios me permite mas vida adelante, y hasta donde se puede.

Muchas veces pienso en retirarme, porque es trabajo es cansado, matamos, descuartizamos, picar hueso, somos pocos. No cualquiera se quiere meter en esto porque es pesado, y muchas veces uno dice pues ya me quiero retirar, ya no quiero aguantar el desvelo y todo eso, pero hasta ahorita aunque yo me quiera salir, pues la gente nos sigue buscando, y luego cuando nos dan ya en la casa, nuestro mezcalito, nuestro cigarrito, pues ya es un compromiso, de que nosotros estamos haciendo.

La fiesta es algo que estamos esperando, en una fiesta estamos todos contentos. Para mi es una alegría, así es para toda la comunidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *