Por Felipe Tinoco

Con nosotros antes venía una muchacha, y aquí llegaba su kää, pero tremendo kää, eso fue hace como 18 años. ¿Y sabes cómo le hacia a su nagual?, cuando iba a Tuxtepec, lo colgaba acá en por detrás la oreja, es como un cabello blanco. Estaba largo y ahí llevaba su nagual. No digo mentira, es porque lo he visto. Nada mas lo desprendía y aparecía un tigre, vez algo así y si da miedo, te espanta.
Así era anteriormente, así venían los abuelitos que tenían nagual, y los que no tenían nagual, sufrían, salían de allá en Candayoc Viejo y al primer día avanzaban hasta el arrollo Tepejilote, otro día se quedaban en arrollo de la leña, al tercer día llegaban aquí en Jaltepec. Pero los que tenían nahual, ellos nomas en un ratito llegaban, ellos iban y venían seguido.
Un señor platicaba que su compadre caminaba dos días y medio para llegar acá.
Dice que le dijo a su compadre. Compadre tú ya estas cansado, ya estas viejo. Mira, porqué no me esperas y ahorita nos vamos, yo seguido estoy allá con mi señora, yo traigo comida caliente y tú, puro totopo estas comiendo. Como antes se hacía totopo, así como hacen por Nigromante.
Y entonces le dijo a su compadre, pero como voy a ir contigo. Tu no te preocupes, tú nomas te agarras.
Dice que el compadre se montó atrás y dice que le dijo a su compadre, cierra tus ojos, no veas, no abras los ojos hasta que yo te diga, nomas así.
Cuando abrió sus ojos, nada más con dos o tres brincos, ya estaba en Candayoc viejo. ¿Ustedes conocen Candayoc viejo? Es por donde está Puxmetacan.
Ahí dios mío, dice que nomas sentía como volaba el animal. Como es mal aire, vez aquí al tigre, nomas volteas un ratito y no sabes dónde se fue. Es como el rayo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *