No hace mucho que los músicos mixes no gozaban de cierta reputación de la cual hoy se presume por doquier; incluso, ellos fueron, por mucho tiempo, el “pueblo raso”, los enviados a cumplir compromisos diplomáticos que hoy llamamos “mano vuelta” (enviar la banda filarmónica a un pueblo en fiesta como gesto de buena voluntad y de buenas relaciones políticas). Y eran en estas “manos vueltas” o “capitanías de banda” donde, en realidad, sufrían las condiciones de miseria en que muchos pueblos se hallaban hundidos.
En muchas comunidades de la región mixe, durante muchos años, brilló más un escribano que cualquier banda filarmónica municipal.¿En qué momento cambió esta percepción? ¿Será, como algunos lo han considerado, que el nacimiento y fortalecimiento de las bandas filármonicas municipales está íntimamente ligado a las fiestas religiosas? ¿Cómo se les nombra a las bandas filarmónicas municipales en tu pueblo, “Xuuxpë Tsajptekämëtë”, “Xuuxpë Wojpë, “ëëpë koopë”? ¿Qué papel, precisamente, cumplen las bandas filarmónicas municipales y que papel cumplen las y los músicos? ¿Cómo describirías las recepciones de las bandas visitantes en la fiesta de tu pueblo? ¿Por qué las y los representantes de los pueblos ayuuk, al consentir la “mano vuelta” a través de sus bandas filarmónicas, se ofrecen e intercambian hermosas y coloridas gladiolas en vez de rosas u otras flores? ¿Cómo compone una maestra y un maestro músico, de que elementos se inspira? ¿Quién de las y los compositores mixes es tu favorito, y por qué?
Nayuujk convoca a las y los jóvenes mixes, escritores e inquietos a que nos ayuden a responder estas preguntas enviando un artículo de una, dos o tres cuartillas para compartirlo en nuestro portal. Estaremos recibiendo los escritos a partir de la publicación de la presente convocatoria.
Fotografía: Músicos en la procesión religiosa de la fiesta del 3 de mayo, Alotepec. Autor: Esteban Delgado García.
